miércoles, 17 de noviembre de 2010

Aliaga: laboratorio natural de geología

Un paisaje pintoresco en un entorno espectacular. El Parque Geológico de Aliaga se convierte en un excepcional laboratorio para quienes investigan en sus instalaciones sobre los 200 millones de años de historia que atesoran sus rocas. Además, es un maravilloso entorno para disfrutar de la cara más divulgativa de la geología.
Aliaga cuenta con un centro de visitantes

Zaragoza.- Una mirada al pasado. 200 millones de años de historia ininterrumpida reflejados en formas espectaculares, rocas, creaciones naturales entre las que subyace un laboratorio excepcional para la investigación. El Parque Geológico de Aliaga constituye un paraje natural de gran interés, un mirador inmejorable sobre los últimos 200 millones de años de historia de nuestro planeta. Algunas de las huellas que la evolución geológica ha dejado en el paisaje son elementos únicos, valorados desde hace décadas por científicos, estudiantes y aficionados. Este recorrido por el Parque permite leer esta historia estrato a estrato, reconstruir las entradas y salidas de mares olvidados, evocar las diferentes especies animales y plantas que habitaron en el pasado o imaginar las fuerzas que levantaron y modelaron su relieve.

El Parque nació por una iniciativa del Departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza. Fundamental fue el empeño personal del profesor José Luis Simón, coordinador científico del Parque. “Mi madre es de un pueblo de al lado, Cobatillas, y mi primer campo de interés por la geología fue ahí”, apunta. La propuesta de creación de este espacio fue trasladada al Ayuntamiento de entonces y en 1992 comenzaron los trámites para ponerlo en marcha. El proyecto cristaliza en 1993 cuando se crea de manera formal un convenio entre el Consistorio y el Departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza, con financiación del Programa Leader. “En ese momento se establece el itinerario, se señalizan todas las paradas, con señales en la carretera, mesas de interpretación de cerámica, baldosas a lo largo de los afloramientos con indicaciones y se edita un primer folleto”, recuerda Simón.

En el año 2000 el Parque Geológico se incorpora como pieza fundamental del Parque Cultural del Maestrazgo y éste, a su vez, en asociación con otros tres geoparques europeos, funda la Red Europea de Geoparques. “Lo último ha sido la creación del centro de visitantes, en 2006. Tuvo financiación europea a través del Programa Proder de Cuencas Mineras. Y también hemos instalado una pequeña aula de geología que sirve como lugar de trabajo cuando acuden estudiantes”, añade Simón.

Geodiversidad

Aliga constituye en sí mismo un concepto acuñado en la legislación española pero todavía desconocido a nivel más “popular”: la Geodiversidad. “Cantidad, calidad y concentración de elementos geológicos diversos en un territorio”, resume el profesor. “En ese sentido, Aliaga tiene uno de los niveles de Geodiversidad más altos de la Península Ibérica, es decir, en unos pocos kilómetros se concentra una gran cantidad de aspectos para ver, y para ver muy bien, que lo convierten, desde el punto de vista científico, didáctico y divulgativo, en un laboratorio privilegiado de geología”.
Los paneles instalados guían al visitante

Se trata del primer Parque Geológico que se creó en España, “la primera vez que el patrimonio geológico, con ese nombre y sin disolverlo en medio ambiente en general, se convirtió en reclamo turístico”. Una idea que se ha ido extrapolando a otros lugares de España y Europa.

“Aquí hay geología de rocas sedimentarias. Tenemos representada toda la historia de la Cordillera Ibérica, desde comienzos de la Era Secundaria, hace 200 millones de años, hasta ahora, ininterrumpidamente. Formaciones geológicas de todas esas edades y, por tanto, está registrada ahí toda la historia”, resume. Y todo eso, expuesto de forma excepcional, con posibilidad de acceder a todas las formaciones y observar detalles de sedimentos. “Esas formaciones sedimentarias, a partir del momento que empiezan a plegarse, durante una parte de la Era Terciaria, se ven muy bien. Son plegamientos espectaculares que están expuestos en el relieve de una manera magnífica y contienen algunos elementos muy singulares desde el punto de vista científico”, resalta Simón.

Esos pliegues interactúan con la sedimentación, lo que facilita el seguimiento de toda su evolución gracias al registro que van dejando en los sedimentos que se van acumulando. “Todo esto está modelado en un relieve que destaca mucho la geología. Es un paisaje pintoresco, muy geológico, y a la gente que sólo se queda con la impresión visual le satisface únicamente eso, aunque no entienda de geología”, declara.

Protección

A pesar de llevar 17 años funcionando como tal, el Parque Geológico de Aliaga no cuenta con una figura jurídica de protección. “Desde hace casi tres años existe a nivel estatal la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, y en esa ley ya aparece el concepto de Geodiversidad y geoparque. Ahí se anuncia que los geoparques europeos que se encuentran en España y los lugares de interés geológico se irán inventariando y, automáticamente, se convertirán en figuras protegidas”, expresa el coordinador científico. “Pero como se trata de una figura de protección del medio natural lo tienen que concretar las Comunidades Autónomas. Esa ley tiene que adaptarse a la legislación de cada Autonomía, que es quien tiene que realizar los inventarios de Parques y lugares a nivel de Comunidad. En plazo de pocos años el Parque Geológico tendrá una figura de protección legal”, afirma Simón.

Pero la intención de convertir este lugar en espacio protegido va más allá, ya que en el Parque existen algunos lugares emblemáticos que reúnen todos los intereses: científico, didáctico, divulgativo, paisajístico y estético. “Son lugares con un topónimo que pone la gente de ahí desde hace tiempo porque, no se sabe el motivo, les han llamado la atención”.

Geólogos que trabajan en el Parque, en conversaciones con el Ayuntamiento, meditaron la posibilidad de que estos espacios contaran con otra figura de protección. “Pensamos que la figura que se adapta mejor es Monumento Natural”, explica Simón. Así, el 5 de junio se realizó un acto simbólico de firma una declaración de intenciones por la que la comunidad científica geológica en España y aficionados, a través de sus rúbricas, apoyan esta iniciativa. “Sería un Monumento Natural con tres enclaves diferentes: La Porra, La Olla, y La Peña del Barbo-Estrecho de la Aldehuela. Ahora se están empezando a dar pasos. El Ayuntamiento de Aliaga y el Departamento de Geología promueven la idea, que se ha trasladado al Gobierno de Aragón. Ahora iniciamos la fase de delimitar los espacios y el plan de gestión y protección que se aplicará al Monumento Natural. Espero que en dos o tres meses tengamos preparada la propuesta formal para que empiece el procedimiento”, subraya Simón.
Existe la posibilidad de hacer visitas guiadas

Vida en el pueblo

El alcalde de Aliaga, José López Guillén, afirma que, para el municipio, la ubicación del Parque en el mismo es algo “muy interesante”. “Sirve para darnos a conocer en España y en el extranjero”, asevera. Y es que, debido a la presencia de estudiantes que llegan hasta Aliaga para investigar en estas instalaciones, el pueblo se llena de vida y alegría.

Desde estudiantes de bachillerato hasta universitarios. Jóvenes llegados de toda España y del extranjero analizan la geología del lugar. “Desde antes de que existiera el Parque ya venían. Llegan holandeses, ingleses, alguna vez alemanes y ahora, de manera estable, dos grupos de holandeses e ingleses. Llevan su propio programa de trabajo y su propio profesorado”, resume Simón.

El día a día en Aliaga transcurre tranquilo. Sus habitantes viven de trabajos como albañilería, pintura o fontanería. “Principalmente en el sector Servicios”, puntualiza López. “Con la gente que viene a visitar el Parque o a trabajar en él tenemos un sustento importante, porque consumen en los bares, restaurantes…”. Además, los estudiantes que llegan en septiembre hasta Aliaga se alojan en el camping municipal, algo que también se deja notar.

El Parque, por tanto, da vida a este pequeño municipio gracias a la Geología. Las características del terreno, las transformaciones sufridas en el pasado, los procesos actuales y un paisaje sin igual dan la bienvenida a este lugar en el que es posible conocer la historia de la Tierra a través de la huella dejada sobre las rocas.

Aliaga

Aliaga tiene 450 habitantes, está situado a 1.105 metros de altitud y dista 70 kilómetros de Teruel. De su espléndido pasado histórico conserva el antiguo castillo árabe, conquistado por Alfonso II de Aragón hacia 1170 y donado, junto con la villa, a la orden de San Juan de Jerusalén. Refortificado por el general Cabrera, fue importante bastión carlista en el Maestrazgo hasta su toma por el gobierno liberal en 1840. En el siglo XVII se erige la iglesia parroquial de San Juan Bautista, y en el XVIII la actual ermita barroca de la Virgen de la Zarza, probablemente sobre un antiguo templo medieval. A mediados del siglo XX Aliaga vivió un periodo de auge industrial. Entre 1940 y 1964 se explotó el carbón en las minas de Hoya Marina, las Eras y Campos. Con él se abastece la central térmica construida a orillas del Río Guadalupe, que fue en su momento la más importante de España y permaneció abierta entre 1950 y 1982.

Las rutas
Ojo del Cíclope

El Parque Geológico incluye un recorrido de carácter científico (11 puntos señalizados) y otro de carácter turístico (nueve puntos, de los que seis están en el entorno de Aliaga). De este modo, en Aliaga se puede observar con detalle rocas sedimentarias (calizas, dolomías, margas, arcillas, areniscas, conglomerados, yeso, carbón) y algunos de sus componentes minerales (calcita, dolomita, cuarzo, mica, yeso cristalizado, limonita…); fósiles del Cretácico, fundamentalmente de hábitat marino (moluscos gasterópodos y bivalvos, foraminíferos, equinodermos, corales), y sedimentos formados en medios continentales, transicionales y marinos, con estructuras sedimentarias (laminación paralela, laminación cruzada, ripples, marcas de corriente, paleocanales fluviales…) que ayudan a interpretarlos y reconstruirlos.

También es posible contemplar una serie estratigráfica que abarca casi sin interrupciones desde el Triásico Superior al Cuaternario, con especial representación del periodo Cretácico. Se puede observar la sucesión de estratos, con una alternancia de formaciones calcáreas de origen marino y formaciones arenosas y arcillosas sedimentadas en ríos y lagos, que refleja bien los sucesivos avances y retrocesos de la línea de costa.

Asimismo, Aliaga cuenta con estructuras tectónicas formadas durante la Orogenia Alpina, de diversas escalas y muy bien expuestas en el paisaje. Destacan unos pliegues espectaculares de forma “serpenteante”, resultado de la interferencia entre dos sistemas de pliegues de direcciones perpendiculares formados en dos etapas sucesivas. En definitiva, formas del relieve, que resultan de la erosión selectiva de las capas, dando al paisaje unas características espectaculares y singulares.

http://www.aragondigital.es/asp/noticia.asp?notid=78096&secid=30



Eurix Janeth Gómez V
CI 18392113
CRF

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